¿Qué es retractilado y para que sirve?
Cuando se trata de embalaje, existen diversas técnicas y materiales disponibles para asegurar la protección y presentación de los productos. Uno de los métodos más eficientes y ampliamente utilizados es el retractilado pero, para usarlo, es necesario saber qué es retractilado y todas sus características.
El retractilado es un proceso de embalaje que consiste en envolver un producto o grupo de productos con un material plástico retráctil, generalmente polietileno o polipropileno, y luego aplicar calor para que el material se ajuste y se adhiera alrededor del objeto.
Esto crea una envoltura ajustada y segura, protegiendo el producto de la humedad, el polvo, los golpes y los daños durante el transporte y almacenamiento.
Dependiendo del contenido que proteja, el proceso de retractilado se clasifica en diferentes categorías: embalaje primario, secundario e incluso terciario. Esta clasificación se establece en función del grado de contacto que mantiene con el artículo y se enmarca dentro de la tipología de métodos de empaquetado.
¿Para qué sirve el retractilado?
El retractilado es una técnica versátil usada en infinidad de industrias, ahorra costes en diferentes etapas del proceso y protege las mercancías de una manera sencilla y eficaz. Desde Manipulados Viluz te ofrecemos el asesoramiento personalizado que necesitas.
El objetivo principal del retractilado consiste en resguardar la mercancía o artículo contra daños externos, tanto durante su manipulación logística como en el transcurso de su comercialización. Este procedimiento es especialmente crucial cuando se trata del envoltorio primario de un producto, ya que su objetivo radica en garantizar que lleguen en perfectas condiciones a su destino.
En consecuencia, podemos afirmar que el retractilado representa un sistema de seguridad esencial para salvaguardar las mercancías, siendo un elemento fundamental en cualquier ámbito o empresa que se dedique a la comercialización de productos.
¿Cómo se realiza el retractilado?
El proceso de retractilado consta de varios pasos. Primero, se coloca el producto o grupo de productos en una plataforma o bandeja. Luego, se envuelve el plástico retráctil alrededor del objeto. Una vez que el plástico está en su lugar, se aplica calor a través de un túnel de retracción o mediante una pistola de calor. El calor provoca que el plástico se contraiga y se adhiera alrededor del producto, creando una envoltura ajustada y segura. Existen diferentes técnicas que se aplican según las necesidades de la mercancía:
- Manual. Este proceso necesita en todo momento a un operario que envuelva con plástico y aplique el sellamiento con la pistola.
- Con máquina. De manera automática, todo con máquinas, o semiautomáticas, con la envoltura del operario y el ajuste de las máquinas.
¿Qué máquinas se emplean para el retractilado?
Existen diferentes tipos de máquinas retractiladoras que se utilizan para realizar el proceso de retractilado de manera eficiente y precisa. Algunas de las máquinas más comunes incluyen:
- Retractiladoras manuales. Dado que el operario envuelve con el plástico, solo se necesita la pistola que aplica el calor, por lo que ocupa muy poco espacio y es más económica.
- Retractiladoras semiautonómicas. Se necesita que el operario coloque el plástico sobre el producto, pero la máquina la introduce y la sella. Suelen ser retractiladoras de campana.
- Retractiladoras automáticas. Permiten que el proceso sea más rápido y esté más controlado, principalmente para grandes producciones.
Ventajas del embalaje con plásticos retráctiles
- Máxima protección. El retractilado proporciona una capa de protección adicional alrededor del producto, evitando daños, polvo, humedad y manipulación no deseada.
- Gran durabilidad. Los plásticos usados son muy resistentes a roturas y roces.
- Versatilidad. El embalaje con plásticos retráctiles es adecuado para una amplia gama de productos, desde alimentos y bebidas hasta productos electrónicos y farmacéuticos.
- Transporte óptimo. Las cargas retractiladas se pueden paletizar y ofrecen una gran estabilidad durante el transporte.
- Ahorro de espacio. La oferta de retractiladoras es tan amplia que se pueden instalar y usar en espacios pequeños. Además, las cargas retractiladas son manejables y fáciles de almacenar.
- Promoción de marca. Los plásticos pueden estar impresos, por lo que protegen y promocionan el producto al mismo tiempo.
- Reducción de costes. Todo lo anterior demuestra que el retractilado reduce costes en diferentes ámbitos: embalaje, logística, transporte, daños, etc.