¿Qué es el Embalaje Flexible? Características, Aplicaciones y Ventajas
El embalaje flexible es un tipo de embalaje o packaging fabricado con materiales flexibles, ligeros y elásticos que se adaptan perfectamente al producto para proteger y contener el producto. Generalmente fabricado con películas plásticas o laminados de múltiples capas, este tipo de envase ofrece flexibilidad, resistencia y puede ser hermético, permitiendo adaptarse a diversas formas y tamaños de productos.
Los materiales empleados normalmente en la creación de envases flexibles son plástico, aluminio y papel, ya sea por separado o en combinación. Estos materiales son empleados debido a su resistencia y maleabilidad, lo cual les permite adaptarse a diferentes formas sin el peligro de sufrir daños o roturas.
La versatilidad del embalaje o packaging flexible va más allá de la mera contención, se trata de una solución ingeniosa que responde a las necesidades cambiantes de la cadena de suministro y del consumidor moderno, por lo que es ideal para tanto la industria alimentaría como para la no alimentaria.
¿Qué aplicaciones tiene el embalaje flexible?
Este estilo de embalaje es adaptable y aplicable en diversas industrias, entre las que se incluyen:
Industria farmacéutica
En la industria farmacéutica, el embalaje flexible se ha convertido en un aliado esencial para preservar la integridad de medicamentos y productos de salud. Su capacidad para proporcionar barreras efectivas contra la luz, el oxígeno y la humedad contribuye a garantizar la estabilidad de los productos farmacéuticos, extendiendo su vida útil y manteniendo su eficacia.
Industria cosmética
En el mundo de la belleza, el embalaje flexible ofrece soluciones estéticas y funcionales. Las bolsas y envases flexibles permiten la presentación de productos cosméticos conformando su packaging en formatos prácticos y atractivos, al tiempo que protegen los ingredientes sensibles de la exposición al aire y la luz.
Industria textil
En la industria textil, el embalaje o packaging flexible se ha convertido en una elección popular para el envasado de prendas de vestir y textiles. Ofrece una protección efectiva contra la suciedad, el polvo y la humedad, asegurando que los productos lleguen a los consumidores en condiciones impecables.
Industria alimentaria
El embalaje o packaging flexible ha revolucionado la industria alimentaria al proporcionar soluciones prácticas y eficientes. Desde bolsas de snacks hasta envases para alimentos frescos, su capacidad para adaptarse a diferentes formas y tamaños de productos alimentarios lo convierte en un recurso óptimo para la preservación de la frescura y la prolongación de la vida útil de los alimentos.
¿Qué diferencia hay entre el embalaje flexible y el rígido?
Embalaje rígido.
El embalaje rígido ofrece una estructura fija y robusta propia de materiales como el plástico duro o la madera. Esto lo hace útil para productos delicados que necesiten mayor protección.
Embalaje flexible.
El embalaje o packaging flexible se caracteriza por su capacidad de adaptarse a las formas del producto y acondicionarse para ocupar menos espacio durante el almacenamiento y transporte.
Tipos de embalaje flexible
Doy pack.
Embalaje compuesto por una bolsa sellada por tres lados cuya base permite que se quede de pie. La parte superior incluye una boquilla o cierre, pudiendo ser abierto y cerrado en distintas ocasiones. Más sobre Doy Pack.
Flow pack o embalaje horizontal.
Lámina fina de plástico que se sella térmicamente con una costura triple alrededor del producto en forma de almohada. Especialmente popular en la industria alimentaria para productos individuales. Más sobre Flow pack.
Sachet o monodosis.
Pequeña bolsa sellada usada para envasar cantidades menores como muestras o productos de un solo uso. Más sobre sachet.
Stick pack.
Embalaje de forma tubular y alargada de fácil apertura muy sencillo de transportar y fácil apertura para su uso. Más sobre Stick Pack.
Embalaje flexible y los diferentes tipos de procesos de fabricación
El embalaje flexible se crea a través de varios procesos de fabricación, cada uno aportando sus propias características:
Extrusión
La extrusión es el proceso inicial y crucial en la creación del embalaje flexible. En este acto principal, las resinas plásticas son fundidas y forzadas a través de una boquilla para formar una película continua. Esta película, que puede variar en grosor y propiedades, se convierte en la materia prima esencial.
Laminación
Este proceso implica unir varias capas de material, cada una aportando sus propias características únicas. La laminación no solo refuerza la resistencia y las propiedades barrera del embalaje, sino que también permite la combinación de materiales diferentes para cumplir con requisitos específicos de protección y presentación.
Recubrimiento
El recubrimiento agrega un toque especial a la película de embalaje flexible. Este proceso implica aplicar una capa adicional, generalmente de materiales como aluminio, para mejorar las propiedades de barrera contra la luz, el oxígeno y la humedad. El recubrimiento eleva el rendimiento del embalaje, asegurando que los productos estén resguardados de los elementos externos.
Coextrusión
Por último, las múltiples capas de resinas plásticas con propiedades distintas se extruyen simultáneamente para formar una película multicapa. Cada capa aporta atributos específicos, permitiendo la creación de envases flexibles con propiedades personalizadas.
Ventajas del embalaje flexible
El embalaje flexible ha revolucionado las opciones de envasado pero, ¿por qué?:
- Rentabilidad. Los materiales plásticos son baratos y ligeros, por lo que se ahorra tanto en producción como en transporte y almacenamiento.
- Optimización del uso de materiales. El embalaje flexible se adapta a los productos, por lo que no se malgastan material primas.
- Adaptabilidad. Los embalajes flexibles, independientemente del tipo, se pueden personalizar al máximo para cada cliente.
- Sostenibilidad. Al no malgastar, se contribuye a reducir el desperdicio y el impacto ambiental. Además, muchos envases flexibles son reciclables.
- Resistencia a la rotura. El ser flexible no significa ser menos resistente, todo lo contrario.
- Seguridad de los productos y prevención de la contaminación. El sellado de los embalajes flexibles es prácticamente infalible, lo que garantiza el buen estado de los productos.
- Etiquetado adecuado. Los plásticos y la personalización permiten incluir la información adecuada en las etiquetas.
